Acantilados

Fruncí el ceño, intentando cruzarme de brazos pero, al tener las muñecas apresadas, me di cuenta que no pude.
-Eso no vale, era una carrera con sus simples normas de toda la vida -dije acercando mi rostro al suyo, evitando que se acercara a mi cuello.

Rocé mi nariz con la suya, mirando sus ojos con los míos de color azul cristal.
-Las tendré que modificar -dije recordando su última barrera de fuego- antes que me vuelva a quemar la ropa.

Ahora ya no podía ver sus ojos, solo un paisaje nevado, y mi guitarra tirada a lo lejos entre la nieve, junto con mi bufanda. Exhalé aire unos instantes, aunque no fuera necesario para mi, y pude contemplar el frío que hacía al ver las formas que hacían mi aliento en el aire.
-Siempre puedo convencerte que hagas lo contrario -murmuré sonriendo levemente.

Cerré los ojos sonriente.
-Ya lo sabrás -dije dejándome llevar y siendo tan callada como él a veces- A ver si aguantas más de dos horas sin saber qué haré en un futuro...
Seguí con mis brazos rodeando su cuello, mientras mis frías manos jugaban con mechones de su pelo...

Volví a girar un poco mi cabeza para poder mirarlo desde la misma perspectiva que al principio. Aquel dolor no era comparable con el dolor que pasé en mi transformación, éste era un dolor placentero. Seguía con las muñecas aprisionadas, levanté un poco mi cuerpo de cintura para arriba para acercarme más a él y besarlo una vez más.
-Nunca dejo que me superen... -murmuré contra sus labios, con las comisuras curvadas hacia arriba.

-Sabes que nunca acepto nada -dije besándolo una vez más, después de ponerme de pie- Y menos si me ganas tú.
Reí entre dientes y lo miré de arriba a abajo, admirando su belleza.

"Si, muy bonito..." Mi voz resonó primero en la cabeza de Aiala.

"¿Y tú no querías hablar conmigo?" Y luego en la de Steven.

Al escuchar la voz de Cathaline, suspiré y rodé los ojos, apartando mis labios de los suyos, pero aún abrazada a él. Suspiré y me separé de él para volver atrás y coger la guitarra y la bufanda del suelo.
Cierra el pico, preciosa pensé.