Enfermería

Fruncí el ceño y miré el paisaje nevado.
-Cuéntame más, Angy -le pedí sin mirarla aun, pero deseando saberlo todo.

Suspiré y cerré los ojos, pasando una de mis manos por mi pelo y apartármelo del rostro.
-Angy, ¿y si vuelve a hacer todo lo que hizo en su vida mortal?

Fruncí el ceño.
-No, no será capaz -me autocontesté al escuchar su respuesta.

Abrí los ojos un poco más, quedandome pensativa.
-De las dos cosas.

-Estaba muy tenso -suspiré recordando las escenas anteriores- me asustó.

Me volví hacia ella y finalmente, me volvi a acomodar en la cama.
-Sigo sin imaginármelo haciendo eso -suspiré- pero, sinceramente, quiero que vuelva.

Me tumbé en la cama, estirándome y haciendo crugir mi espalda.
-Pero, no es facil Angy. Esperar no es lo mio.

La miré con las cejas alzadas.
-¿Dos? -dije sonriendo- Que suerte tienen algunas.

Rei entre dientes.
-No soy la unica que tiene problemas, ¿eh, Angy?

Suspiré.
-Si supiera que la vida del vampiro era así, me hubiera autodestruido.

-¿Profesor? -exclamé con los ojos abiertos como platos.
Llevé mi mano a mis labios y sin darme cuenta comencé a reir a carcajadas.

Suspiré.
-Pues, suerte -dije más tranquila, llevando mis manos a mi tripa, que me dolia de tanto reír- a ver si no te pasa lo mismo que a mi.