Oficina principal

Suspiré y escribí algo en un post-it. Decidí pasar por alto aquellas expresiones y aquellos comentarios puesto que aún solo era una simple vampira que no tenia nada que ver con los alumnos.

Recogí el formulario de la otra vampira y le di permiso para que dejara sus cosas en las habitaciones femeninas y se instalara.
-Encantada, chicos -dije cogiendo la carpeta y sentándome en una silla de madera, frente a un escritorio.

Me giré hacia la ahora nueva alumna y asentí con la cabeza.
-Claro, dime lo que quieras -dije entrelazando los dedos de ambas de mis manos.

Asentí con la cabeza.
-Sí, me temo que sí. Son obligatorias y no se pueden sustituir por otras. Es una de las pocas clases que tendrás que hacer obligatoriamente con otras razas. Luego también, si lo deseas, podrás asistir a otras clases que serían optativas según tu ficha.
Suspiré.
-Y las habitaciones... No son por parejas, me temo. Son amplias y grandes, y todas las chicas duermen bajo el mismo techo. Al igual que los chicos.

Reí entre dientes.
-No me lo suelen preguntar amenudo. Pero me llamo Sirine Doyle -dije con una sonrisa pequeña.

-No, aún no. Todavía es temprano, siempre damos la opción de llegar semanas antes para instalarse y así los profesores tienen más tiempo de llegar y preparar sus clases.
Me crucé de brazos.

Sonreí y me cogí una copa de sangre fría de un frigorífico que había ahí. Mi serpiente Khiang subió por mi brazo y rodeó mi cuello, la besé con dulzura y sonreí.
-Tú si que me comprendes, preciosa -dije caminando con ella, dirección a mi despacho.

Me acerque a la dirección para preguntar sobre los cuartos de los profesores.

-Hola! –mire a la chica que había ahí- Soy Niics Kurther la nueva profesora de mitología y quería saber por donde tengo que ir, estoy un poco perdida.

Cuando estaba a punto de irme, vi a aquella mujer dirigírseme.
-Ah, sí -dije rodeando mi cuello con mi serpiente y dándole la mano- Encantada, yo soy Sirine Doyle, directora. Hablé contigo por teléfono. Te esperábamos.
Sonreí mostrando mi blanca y perfecta dentadura en la cual resaltaban unos afilados colmillos.

No me provoco ninguna impresión sus colmillos y estreché su mano con una sonrisa.

-Encantada Sirine –sonreí- si exactamente hablamos por teléfono. En que planta están los dormitorios y despacho de los profesores?

Asentí con la cabeza.
-Oh, claro. Siempre es un placer contar con los profesores antes de tiempo.
Hice una pequeña mueca.
-De momento eres la primera en llegar -sonreí y le indiqué a las escaleras principales con mi mano- Piso tercero.

-Lo siento, dije que llegaría mas tarde pero volar mi casa por los aires cuenta –hice yo también una pequeña mueca- no volveré a experimentar con la piel de serpiente, es una bomba en una poción pequeña –sonreí y cogi mi maleta- Muchas gracias Sirine

-De nada...
Le estreché la mano una vez más y abandoné el vestibulo.

LLegamos a la oficina principal arrastrando el equipaje. Miro a Sara.
- Quien diría que nos gusta viajar tanto con tan poco equipaje.- reí

Sigo a Nikki al interior de la oficina principal.
- ¿Quién necesita más? -digo dejando escapar una risa cantarina.

Sonreí.
- Aquí tendremos que comprarnos más cosas, ya que vamos a estar mucho tiempo- digo riendo

Suspiré.
- Por mi no hay ningún problema en ello -digo.
Tenía que reconocerlo, me encantaban las compras.