Vestuarios femeninos

-Lo siento no queria molestar- le dije antes de que saliera, pero al ver que no me escuchó miré a la chica- de verdad lo siento

-No pasa nada, enana. Mientras no abras la boca, no pasará nada.
Cogí un cepillo y comencé a cepillar mi pelo mientras me miraba en un espejo.

Me pues a su lado abrí el grifo y la miré desde el reflejo del espejo:
-Es tu novio...- le pregunté

Me miré a los ojos, genial, aun no demostraban ninguna señal de sed, y mi garganta no ardía pidiendo sangre como alimento.
-Sí, ¿por qué?

-Por nada... simple curiosidad- miré su rostro- ¿tu tambien sientes la sed? Odio la sangre.... pero la siento tan necesaria....- le dije

-Deberías apreciar más lo que tienes, y dejar de mirar al resto. Somos unos malditos, pero es lo que hay y hay que saber vivir como ello.
Recogí mi pelo con una bonita pinza plateada y luego llevé a un lado mi flequillo para recogerlo con una orquilla.

-Es que yo nací con ello, y los humanos parecen tan felices sin la sed....- dije, mirandome los colmillos en el reflejo- crees que estaran buenos.... digo su sangre...- dije sonriendole

Le devolví una sonrisa juguetona.
-Vaya vaya, vampira por familia. Que curioso. Naces siéndolo y no pruebas la sangre humana... Eso sí que es un delito.
Cogí una crema hidratante y la comencé a exparcir por mi rostro con delicadeza.

-Es como si estuviera en una carcel desde que nací, he estado aquí metida y rigiendome por sus normas... solo animales- dije mirandome mientras me echaba agua en la cara.

-Pues no sabes lo que te piedes.
Seguía exparciendo la crema con un olor suave...

-Parece que sabes de lo que hablas...- le dije mirandola desde el espejo- está prohibido....

-Pero yo no me he pasado toda la vida en este colegio, he provado la sangre humana anteriormente.
Al terminar de esparcer mi crema abrí los ojos mirándome coquetamente en el espejo.

Pensé que de verdad existia un mundo fuera de ese colegio:
-Entonces... has sido alguien libre...- dije mirando el fregadero

-No durante mi vida humana -hice una mueca al recordarlo todo- pero sí después.

-Debió se bonito ser otro...- dije mirandola le sonreí y salí corriendo de ahí

Entre y no vi a nadie asiqeu me dirigí a la ducha mas lejana y alli encendi la ducha dejando relajar todo mi cuerpo...

Por fin, me metí en una ducha individual y al ducharme y lavarme el pelo, salí con el albornoz puesto, me puse frente al espejo empañado, me sequé el pelo y me fui a mi habitación.