Biblioteca

-Están llegando.Este año se están retrasando más que de costumbre.-suspiré negando con la cabeza entre risas.-Y eso que les pagamos.

Reí entre dientes con ella y no agregué mas...

"Directora.." Mi voz resonó en su cabeza, no me animaba a hablar del tema.."Hemos ido a las Mazmorras..."confesé algo avergonzada " Yo, Aiala y Angelus...Y hemos encontrado un libro de magia negra y una daga.."

Fruncí ligeramente el ceño ante lo que contó en mi mente.
-¿No os dijimos a todos y a todas que las mazmorras estaban terminantemente prohibidas?¿Y si os hubiera pasado algo?-le reproché como a una niña pequeña.-Todo lo que pertenece a esas estancias deben de permanecer allí...si os las habeis llevado,devolvedlas.
Dije tajante.No era seguro que bajaran allí...

Llegué a la biblioteca con mi serpiente rodeando mi cuello. Sonreí a la bibliotecaria y me acerqué a Noa, escuchando los pensamientos de la chiquilla con la que estaba.
Cosas de niñas, Noa... Tú hacías mucho de esas cosas. Aún no ha empezado el curso y no me apetece tomar medidas. Puede que sea la primera y última vez. Cuando empiece el curso conoceremos su forma de ser y ya veremos qué hacer les dijo a ambas mi voz en su cabeza.
Me acerqué a la nueva alumna y le sonreí.
-Tú no te imvolucres en los problemas del resto, créme, saldrás perjudicada. Hiciste bien, pero mejor mantente distante -murmuré cerca de ella, mientras Khiang la miraba con atención.

Ahi sentada en un rincon leia un libro que ya me sabía casi de memoria, pero aun asi me encantaba. Miré a mi alrededor y parecía como si no hubiera ni un alma, el silencio era absoluto y la sumisión de la gente ante este increible.

Pasé los pisos siguientes a los dormitorios dándoles un simple vistazo.
Me llamó la atención la biblioteca y decidí rebuscar un poco entre los ejemplares allí presentes.
Pasee entre las hileras de libros leyendo lo títulos de cada uno de ellos, en nada más que un momento. Me sorprendió ver volúmenes tan antiguos mezclados con algo de literatura de los tiempos que corren.
Había incluido el lugar entre mis favoritos del colegio, esperando encontrar algo más interesante.
Paseé por unos instantes mas entre las estanterías y después salí de la habilitación.
Posiblemente el lugar ofreciese muchas más sorpresas.

Entré a la biblioteca dando un portazo. Las pocas caras que habían se giraron hacia mi. Miré a todas con desprecio y subí unas escaleras, donde había una area de estudio. No había nadie ya que las clases aún no habían comenzado. Me senté en un sillón y cogí un cuaderno que había por ahí para empezar a garabatearlo.

Rodé los ojos al escuchar la baja voz de Cathaline en el piso de abajo.
-Estúpida -gruñí por lo bajo mientras apretaba con más fuerza con aquella pluma. Y luego abandoné la biblioteca.