Todo comenzó en el siglo XIII. Aún duraba la Edad media y fue entonces cuando Sirine Doyle, una joven y preciosa vampiresa, a su primer siglo de vida eterna, salvó de una muerte segura a una chica que se estaba ahogando en un lago, llamada Noa Masen. Aquel fue el comienzo de su amistad, que duró siglos y aún sigue durando. Ambas eran poderosas y hermosas, serias y frías con desconocidos y hermanas entre ellas.
A finales de la Edad Media, ambas se aventuraron a explorar nuevas tierras del norte de Europa, hasta que llegaron a un país desconocido y poco habitado, cerca del mar. Ellas aseguraban que era el final del mundo, las tierras que daban final al planeta y pensaban que más allá del mar no había nada, salvo la muerte. Impresionadas por el buen ambiente del pueblo, decidieron construir su hogar en la mitad de un bosque nubloso y nevado. Ellas estaban seguras de que la nieve era la más poderosa maldición de la diosa del tiempo y por eso, profesionales con el arte de la magia, decidieron proteger el colegio de todo mal tiempo de fuera, haciendo que no brillara el sol, pero que nunca nevara.
Después de cierto tiempo, convirtieron su casa en una gran mansión, que al final se convirtió en el colegio más importante del mundo para gente que tenia que ver con la magia y cosas no naturales. El colegio comenzó solo por admitir vampiros, pero con el tiempo se han solido admitir otras razas. Por ello, digamos que los alumnos vampiros desprecian a todo aquel que entre en el colegio, y hoy en día, las directoras son las únicas que son pacíficas, al igual que los profesores, con las demás razas.
El colegio es antiguo, sabio y caro, pero está al alcance de cualquiera. En el siglo veintiuno, ya va siendo hora que muchos secretos que la gente desconoce, salga a la luz.